“Mi concierto en El Argar marcará un antes y un después en su visibilidad”
Marta Rodríguez entrevista a Ana Häsler, mezzosoprano y directora del proyecto ‘El Argar musical’
Fuente de la publicación: La Voz de Almería
Ana Häsler Soler, mezzosoprano y directora artística del proyecto ‘El Argar musical’, sueña con unir música y arqueología para lograr el reconocimiento del yacimiento argárico de Antas, el pueblo donde se hunden sus raíces familiares.
¿Cómo resumiría la novelesca historia del origen multicultural de su familia?
Mi abuelo materno nació en el pueblo de Antas, estudió Ingeniería de Caminos y Puentes en Cuevas y en Belmez y, al licenciarse, embarcó rumbo a Nueva York, pero el destino quiso que desembarcase en La Habana aprovechando una escala del viaje. Puede decirse que esta decisión de mi abuelo andaluz marca los orígenes multiculturales de mi familia con mi abuela materna, cubana de origen franco-canario, y la familia de mi padre, suizo-alemana.
Su padre era pintor y todos sus hermanos se dedican a las distintas ramas del arte. ¿Cómo le influyó crecer en una casa así?
Puede decirse que ha habido una fuerte carga genética, al mismo tiempo que unas circunstancias vitales que nos han permitido desarrollarnos libremente. Nunca nos dijeron lo que debíamos hacer. Lo raro hubiese sido que alguno de mis hermanos o yo hubiéramos estudiado Medicina, por ejemplo. Tanto mi madre como mi padre han sido personas enormemente creativas.
¿Cómo descubrió Ana Häsler que quería ganarse la vida con su voz?
Vivo por y para la música, las artes y la cultura. El talento excepcional se descubre a muy corta edad. Después, es la pasión lo que marca el camino a seguir. Sin pasión y sin esfuerzo ningún talento sirve para mucho en esta vida. El canto es un instrumento complejo y difícil. El trabajo para formarse y para mejorar es constante y largo. Digamos que cantar es mi vida y no puedo separar una cosa de la otra. A diferencia de lo que ocurre en otras profesiones, en el arte es la profesión la que te elige a ti y no al revés. Creo que son muchas las circunstancias que deben darse para que un artista pueda llegar a dedicarse profesionalmente a su vocación.
¿Cómo se reencontró con sus raíces antusas?
Nací en La Habana y llegué a los tres años con mi familia a la casa de Antas, que fue nuestro primer hogar. Junto con mis tíos, residimos unos meses y después vivimos un año en Mojácar. No ha habido un reencuentro, sino una convivencia constante con mi familia andaluza, que ha perdurado siempre. Llevo el nombre de una de las tías de mi madre, Ana María, casada con un médico de Granada, la ciudad donde se conocieron mis padres.
Tiene entre manos el proyecto de poner en pie ‘El Argar Musical’, un festival que lleve la música clásica al yacimiento de El Argar. ¿Cómo lo imagina?
En Antas reside una gran parte de lo que soy yo. Ahí está mi casa y ahí está El Argar, la gran necrópolis que forma parte del paisaje de mi infancia. Hace mucho
que acaricio el sueño de cantar en Antas y ahora, después de más de veinte años de experiencia profesional, es un inmenso orgullo para mí cantar para mi pueblo y en un lugar tan especial como el propio yacimiento natural.
Mi concierto en El Argar marcará un antes y un después en la visibilidad de este importante enclave, que da el nombre a toda una cultura y pretende ser el punto de partida para un proyecto ambicioso en el que convivan música clásica y arqueología con el fin de lograr el merecido reconocimiento de todos los asentamientos arqueológicos argáricos de la provincia de Almería.
El Ayuntamiento de Antas, el compositor Juan Carlos Sender y usted buscan patrocinios para que este circuito tan simbólico sea una realidad. ¿Por qué tienen que apoyarlos?
Es imprescindible aunar esfuerzos y ya se han involucrado relevantes entidades y personalidades como la Orquesta Ciudad de Almería y su director titular, Michael Thomas.
Desde ‘El Argar Musical’, partimos del pasado con la mirada puesta en el futuro. La música servirá al legado argárico. También contamos con un proyecto didáctico musical para los jóvenes talentos con los mejores profesores para enseñar en El Argar.
Como mezzosoprano ha actuado en escenarios emblemáticos y a las órdenes de grandes directores. ¿Cuál es ese concierto especial que lleva grabado en la retina?
Son muchos los escenarios, es difícil quedarse con uno: la Ópera Estatal de Baviera, el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, el Teatro Real de Madrid… Puedo mencionar obras que importantes compositores han escrito para mí: ‘Canciones del Saber y de El Sentir’ de Juan José Falcón Sanabria y ‘Ciego de amor’ de Antón García Abril, entre otras.
Espero que mi concierto argárico en Antas sea otro hito en mi trayectoria profesional. Será, sin duda, la culminación de un sueño.